Guías o lecciones de la Escuela Sabática para el Estudio de la Biblia

Lecciones para adultos: "Vislumbres de nuestro Dios"

Primer trimestre (enero-marzo) de 2012

Lección 9: "La Biblia y la historia"

Para el 3 de marzo de 2012

Sábado | Domingo | Lunes | Martes | Miércoles | Jueves | Viernes

 

Ir ArribaSábado 25 de febrero

Lee Para el Estudio de esta Semana: Salmo 104:1-9; Apocalipsis 1:1-3; 2 Pedro 1:21; Daniel 2; Apoc. 12:7-17; Romanos 16:20; 2 Corintios 5:17-19.

Para Memorizar: “Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso” (Apoc. 1:8).

Pensamiento clave: Nuestro Dios obra en la historia y, por medio de ella, nos ha dado poderosas evidencias para la fe.

¿ES LA HISTORIA HUMANA una serie de eventos sin significado o hay una meta específica de acuerdo con un plan? La Biblia indica que esto último es lo cierto. Los escritores bíblicos insisten que Dios dirige la historia y se revela en ella.

Pero, no toda historia revela la voluntad de Dios: los humanos están libres para hacer elecciones que influyen sobre la historia. El punto es que, aunque Dios obra por medio de la historia, él no es la causa de todo lo que sucede. Entonces que, a pesar de las maquinaciones de los seres humanos, Dios está allí, actuando, y que llevará la historia humana a un final grandioso y glorioso.

Los cristianos creen que los escritores bíblicos actuaron dentro del marco que Dios les reveló, y que él los inspiró para registrar los eventos más significativos en la historia humana. Dios ha provisto las interpretaciones de estos eventos para que comprendamos lo que significan.

Esta semana, exploraremos cómo Dios ha actuado en la historia y por medio de ella.

 

Ir ArribaDomingo 26 de febrero: El pasado y el futuro

La historia humana se enseña en general como la historia de las civilizaciones. Los hechos importantes suelen ser los que afectaron el desarrollo de esas civilizaciones. Algunos alegan que los asuntos humanos son, como el resto de la naturaleza, esencialmente cíclicos, repitiendo sin fin el nacimiento, el crecimiento, la madurez, la decadencia y la muerte, sin un comienzo o un final importante.

La esfera del reloj puede ser engañosa; mientras las manecillas giran y giran, pueden dar la ilusión de que el tiempo avanza en ciclos. Pero esta no es la realidad. La vida humana corre sobre una línea, no por un círculo renovable. El tiempo, de acuerdo con la Biblia, es una calle de una sola mano.

¿Qué afirman los escritores bíblicos acerca del comienzo y el fin de la historia humana? Gén. 1:1; Job 38:1-7; Sal. 104:1-9; Apoc. 1:1-3, 19; 21:1-6.

La historia humana no es una serie sin fin de ciclos repetidos. Tuvo un origen definido y tendrá un futuro glorioso. La historia humana tiene un punto final, una meta. En general, no puedes estar seguro de cuál es la lección de una historia hasta que llegas al fin de ella. Siempre puede haber sorpresas al final y, en las mejores historias, las hay. ¿Cómo podemos nosotros, que estamos en esta historia cósmica, conocer esa meta? Nosotros lo sabemos porque Dios, por medio de sus profetas, nos la reveló.

Estamos hablando de la revelación. Dios conoce el futuro y todas las elecciones posibles que los humanos pueden hacer libremente; y él nos ha dicho cómo resultará al final, cualesquiera sean las elecciones que hagamos.

¿Cómo se explica esta revelación en el Nuevo Testamento? 2 Ped. 1:21.

Si confiamos en la Palabra de Dios y lo que dice acerca de sí misma, podemos saber que Dios conoce el fin y que nos lo ha revelado. Él es el Dios del pasado y del presente, pero también es el Señor del futuro. Por eso, podemos confiar en que el futuro sucederá como él dijo que sería.

¿Cuán fácil es predecir el futuro? ¿Cuán a menudo te equivocaste? Las buenas noticias son que Dios sabe todo lo que ocurrirá. ¿Cómo puedes encontrar consuelo al ver que un Dios de amor sabe todo lo que se te cruzará en el camino?

 

Ir ArribaLunes 27 de febrero: Los profetas como historiadores

Por toda la Biblia, los profetas usan la frase: “La palabra de Jehová” (o un equivalente, como “Así dice Jehová”, “Dios dice”, etc.). Lo que ellos están diciendo es: Yo no estoy hablando estas verdades: es Dios el que habla por mi intermedio. Así que, es mejor que escuchen.

¿Cómo se revela esta idea en los siguientes versículos? Jer. 1:14-19.

Al lector se le permite ver el doloroso proceso histórico por el cual la ciudad capital, Jerusalén, iba a ser entregada a los babilonios, en cumplimiento de las predicciones de Dios sobre la suerte de Israel.

Los reyes humanos, por supuesto, raramente creyeron que la historia actuara de esta manera. Ellos imaginaban que sus decisiones de gobierno dirigían la vida pública. Pero Jeremías (y otros profetas) afirman otra cosa. Los gobernantes de Israel descubrieron que el proceso histórico estaba llevando a la nación hacia la devastación y al exilio. El libro de Jeremías es un recordativo asombroso del poder de la Palabra de Dios, que se cumplirá en eventos históricos.

¿Cómo testifican en forma similar Isaías y Nahum sobre este punto? Isa. 14:24-27; Nah. 1:5-10.

Este poder infinito de Dios que se ve en la historia humana también se exhibe en la naturaleza. El Salmo 104, por ejemplo, describe los procesos de la naturaleza no como un mecanismo independiente que funciona en forma autónoma, sino más bien como procesos en los cuales Dios está actuando en todo momento. La Biblia no describe a Dios como que creó el mundo y luego lo dejó solo, en completa sujeción a las leyes naturales. Las leyes naturales forman parte, en realidad, del modo en que Dios sostiene al mundo; y todas estas leyes existen solo porque él las creó y las mantiene.

Muchos científicos declaran que el mundo comenzó por accidente y que terminará de esa manera. Por ello, no tiene mucho significado todo lo que transcurre entre esos extremos (¿cómo podría haberlo?). ¿Por qué, en tu interior, sabes que este concepto no puede ser correcto?

 

Ir ArribaMartes 28 de febrero: Daniel 2 y la providencia divina en la historia

Si los seres humanos no tuvieran libre elección, sería muy fácil para Dios saber el futuro, dado que todas las acciones humanas estarían predeterminadas. En el siglo XVIII, un francés ateo especuló que, siendo que todo en el universo, incluyendo las acciones humanas, estaban predeterminadas por las leyes naturales, si alguien pudiera conocer todas esas leyes y todas las posiciones de todas las partículas del universo en un momento dado, esa persona podría saber todo lo que ocurriría.

Pero los humanos tenemos libertad de elección. Dios nos hizo así. Como tenemos la capacidad de amar, necesitábamos la libertad de elegir, porque el amor forzado no es amor. Pero el poder de Dios es tan grande que, aun con la libertad humana de elegir, él sabe el perfectamente el futuro, más allá de las elecciones libres que hagamos.

Repasa la profecía de Daniel 2. ¿De qué manera este capítulo es una evidencia poderosa, una “prueba”, de que Dios conoce el futuro, incluso el futuro muy lejano?

Este capítulo fue escrito más de 2.600 años atrás. La historia se ha desarrollado exactamente como Dios predijo. En un sentido, esta profecía es más importante para nosotros hoy que para quienes vivieron hace miles de años, porque hoy, mirando hacia atrás, podemos ver que esos imperios llegaron y pasaron, como se había predicho. Si hubieras leído esta profecía en el tiempo de Medo-Persia, no habrías visto el surgimiento y la caída de los imperios que lo siguieron. De este modo, la profecía tiene para nosotros un mayor significado que los antiguos no podían apreciar.

Y lo sorprendente es que, a pesar de los millones de personas con libre albedrío que vivieron durante las épocas descritas en Daniel 2, Dios sabía, exactamente, y con mucha anticipación que sucedería, qué reinos surgirían y cuales caerían.

El profeta Daniel estaba en lo cierto acerca del surgimiento y la caída de todos esos reinos: Babilonia, Medo-Persia, Grecia y Roma, incluyendo su división en pequeños poderes, que todavía existen hoy. El único reino que falta es el eterno Reino de Dios (Dan. 2:44). Si, hasta ahora, él estuvo en lo correcto sobre todos aquellos, ¡cuán necio sería no confiar en él sobre este último!

 

Ir ArribaMiércoles 29 de febrero: El gran conflicto y la historia

No importa cuán caótico y fuera de control pareciera estar, la historia humana no se desarrolla en un vacío. Hay un drama, una lucha entre dos principios radicalmente diferentes: la gran controversia. Solo con ese trasfondo podemos comenzar a comprender la historia humana y lo que ella significa.

¿Cómo nos ayudan los siguientes textos a comprender la historia del mundo? Apoc. 12:7-17; Job 2:1, 2; Isa. 14:12-14; Gén. 3:15; Efe. 6:12; Rom. 16:20.

Satanás y la batalla son reales, y en la Cruz, él fue derrotado su destrucción asegurada.
“El cielo contempló con pesar y asombro a Cristo colgado de la cruz [...]. Sin embargo, allí estaban los hombres, formados a la imagen de Dios, uniéndose para destruir la vida de su Hijo unigénito. ¡Qué espectáculo para el universo celestial! [...]

“Los agentes satánicos se confederaron con los hombres impíos para inducir al pueblo a creer que Cristo era el príncipe de los pecadores, y para hacer de él un objeto de abominación. [...]

“Satanás vio que su disfraz le había sido arrancado. [...] Se había revelado como homicida. Al derramar la sangre del Hijo de Dios, había perdido la simpatía de los seres celestiales. [...] Estaba roto el último vínculo de simpatía entre Satanás y el mundo celestial” (DTG 708, 709).
¿Por qué Satanás no fue destruido en ese momento?

“Los ángeles no comprendieron ni aun entonces todo lo que entrañaba la gran controversia. Los principios que estaban en juego habían de ser revelados en mayor plenitud. [...] Tanto el hombre como los ángeles debían ver el contraste entre el Príncipe de la luz y el príncipe de las tinieblas. El hombre debía elegir a quién quería servir” (DTG 709).

Lo que enseñan la Biblia y Elena de White es que los eventos aquí sobre la Tierra están vinculados con la gran controversia entre Cristo y Satanás. Esto forma el telón de fondo para todo lo que sucede aquí, sea en nuestras vidas o en el curso de la historia humana. Y las buenas nuevas son que, después de la Cruz, la derrota de Satanás está garantizada y esta controversia terminará; y con ella también terminarán el dolor, el sufrimiento, la violencia y el temor que llenan la historia humana.

 

Ir ArribaJueves 1 de marzo: La cruz en la historia

¿Has notado que la historia del mundo se divide con un evento? Ese evento no fue el surgimiento o la caída de algún gran imperio, ni el descubrimiento de un nuevo continente. En cambio, la historia del mundo se dividió por la muerte de un solo rabí que vivió en una parte oscura del Imperio Romano. Muchos judíos fueron muertos por los romanos, pero esta única muerte fue la señal que dividió la historia del mundo en sus dos mayores épocas.

Por supuesto, esa muerte es la de Jesús en la cruz.

En el contexto de Dios y la historia, podemos apreciar mejor la importancia de la salvación. En la Cruz, –con el obvio fracaso de los seres humanos y de la historia humana–, es donde se desenvuelve la historia del mundo. La Cruz nos dice que, al perdonarnos y hacernos sus hijos, Dios ha abierto un futuro nuevo para nosotros, en el que ya no necesitaremos arrastrar la enorme culpa de nuestro pasado y presente. Esta culpa ha sido quitada por aquel que “llevó nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores” (Isa. 53:4).

La doctrina de la salvación puede expresarse en esta sola oración: Dios cancela nuestra historia sin esperanza y, en su lugar, nos da su historia. Por medio de él, la historia de la esclavitud al pecado se termina, y las manchas del pasado no nos acusarán ni se burlarán de nosotros. Nuestra historia personal condenatoria es remplazada por la historia perfecta de Jesús. Así, él nos libera de nuestro pasado y nos da la promesa de un futuro maravilloso. En la Cruz, Dios garantiza que, sea cual fuere nuestra historia o lo que suceda en la historia del mundo, tendremos un futuro nuevo y glorioso.

Lee 2 Corintios 5:17 al 19. ¿Qué hizo Jesús por toda la humanidad? ¿Cómo este evento cambió la historia humana?

Nuestros pecados fueron puestos sobre los hombros de un Dios que, voluntariamente, murió cargando la culpabilidad humana y, en su lugar, nos dio la salvación. Y como clímax, nos dará una historia eterna con el Autor de la historia. El destino de cada persona está involucrado aquí. La segunda venida de Cristo será decisiva. Tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento prometen un “cielo nuevo y una tierra nueva”.

Si has aceptado a Cristo, ¿cómo debería ser diferente tu futuro, ya que tu historia pasada no se usará para condenarte?

 

Ir ArribaViernes 2 de marzo

Para Estudiar y Meditar:

“La Biblia es [...]la fuente de la verdad eterna y una mano divina ha preservado su pureza a través de los siglos. [...] Solo en ella hallamos un relato auténtico del origen de las naciones. Solo en ella se da una historia de nuestra raza, libre de prejuicios u orgullo humanos.

“En los anales de la historia humana, el crecimiento de las naciones, y el levantamiento y caída de los imperios parecen depender de la voluntad y las proezas del hombre. Los sucesos parecen ser determinados, en gran parte, por su poder, su ambición o su capricho. Pero en la Palabra de Dios se descorre el velo, y detrás, encima y entremedio de la trama y la urdimbre de los intereses, las pasiones y el poder de los hombres, contemplamos los agentes del Ser misericordioso, que ejecutan silenciosa y pacientemente los consejos de la voluntad de Dios.

“La Biblia revela la verdadera filosofía de la historia” (Ed 173).

Preguntas para Dialogar:

  1. Los filósofos y teólogos han debatido el tema del preconocimiento de Dios y la libertad humana. Muchos los consideran incompatibles. Alegan que no tenemos libre albedrío o que Dios no conoce todo el futuro. Pero ¿por qué ambas posiciones son equivocadas? ¿Qué evidencia tenemos en la Biblia de la libre elección y de que Dios conoce el futuro? ¿Por qué no se contradicen estas dos ideas?

  2. Satanás ataca duramente Daniel 2, porque provee una evidencia racional de la existencia de Dios. Después de todo, ¿qué fundamento más firme puedes tener para la fe que algo tan sólido e inmutable como la historia del mundo? El engañador utiliza a los eruditos para alegar que Daniel 2 fue escrito alrededor del año 165 a.C., mucho después de que varios de los eventos predichos en él ya habían sucedido. Pero ese argumento es destruido por la profecía misma. ¿Cómo pudo Daniel predecir la ruptura de Roma para formar las naciones de la Europa moderna, hecho que sucedió unos quinientos o seiscientos años después del 165 a.C.? Si esta predicción asombrosa requirió un conocimiento previo sobrenatural, ¿por qué no podríamos confiar en lo que dice el libro, sobre la fecha en que fue escrito, en vez de aceptar una idea refutada por la profecía misma? Dar una fecha tardía al libro de Daniel es tratar de quitarle sus poderes proféticos. Este intento falla completamente.

Resumen:

Por caótica que pueda parecer la historia del mundo, Dios está obrando en ella para cumplir sus propósitos. La historia humana terminará con la gloriosa segunda venida de Jesús.

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