Guías o lecciones de la Escuela Sabática para el Estudio de la Biblia

Lecciones para adultos: "El libro de Mateo"

Segundo trimestre (abril-junio) de 2016

Lección 11: "Eventos de los últimos días"

Para el 11 de junio de 2016

Sábado | Domingo | Lunes | Martes | Miércoles | Jueves | Viernes

 

Ir ArribaSábado 4 de junio

Lee Para el Estudio de esta Semana: Éxodo 19:5, 6; Mateo 23; Juan 12:20-26; Mateo 24; Juan 14:1-4; 1 Tesalonicenses 4:16.

Para Memorizar: “Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido” (Mat. 23:12).

Con la segunda venida de Jesús culmina la fe cristiana. La primera venida de Jesús y su muerte en la cruz fueron los precursores de la Segunda Venida. El regreso de Cristo no podría ocurrir sin su primera venida, y esta no tendría frutos sin la segunda venida de Jesús. Ambas están inseparablemente ligadas, no en el tiempo, pero sí en el propósito: la redención de la humanidad y el fin del Gran Conflicto. La Primera Venida pasó y se completó; ahora esperamos con ansias su segunda venida.

En Mateo 23, está registrada la apelación de Jesús a los dirigentes judíos para que se arrepintieran y lo aceptaran como su única esperanza de salvación. Luego, en Mateo 24, Jesús responde preguntas acerca de los eventos anteriores a su segunda venida. Aquí Jesús vincula la destrucción de Jerusalén con lo que precederá a su regreso.

Por difíciles que se pongan las cosas, con guerras, hambre y traiciones, tenemos la promesa de que “verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes de los cielos, con poder y gran gloria” (Mat. 24:30). A pesar de las luchas y las tristezas, tenemos muchas razones para regocijarnos.

 

Ir ArribaDomingo 5 de junio: Guías ciegos

Jesús mismo había guiado a los hijos de Israel a Jerusalén, con mano poderosa y brazo extendido. Sobre alas de águila los había sacado de Egipto. “Serán mi propiedad exclusiva entre todas las naciones. Aunque toda la tierra me pertenece, ustedes serán para mí un reino de sacerdotes y una nación santa” (Éxo. 19:5, 6, NVI).

En un sentido, Jesús se había comprometido con Israel sobre un hermoso monte llamado Sinaí. Éxodo 24 dice que los dirigentes y los ancianos subieron al monte “y vieron al Dios de Israel; y había debajo de sus pies como un embaldosado de zafiro, semejante al cielo cuando está sereno [...] vieron a Dios, y comieron y bebieron” (vers. 9-11). Cristo ofreció la copa de su pacto con Israel, como un hombre ofrece una copa a la mujer con la que desea casarse para darle un futuro maravilloso. Israel recibió la copa y dijo: Sí, quiero vivir para siempre contigo en la Tierra Prometida.

Recordando este antecedente, lee Mateo 23. ¿Qué les dice Jesús a los líderes de Israel? ¿Qué advertencia se da? Más importante, ¿qué lecciones podemos obtener para nosotros con respecto a las cosas por las que él los reprendió específicamente? ¿De qué modo podemos evitar ser culpables de lo mismo?

Mateo 23 fue el último ruego desesperado para reconciliarse con sus amados; pero sus amados lo abandonaron. Él aceptó la decisión y, por última vez, salió del Templo. “He aquí”, dijo, “vuestra casa os es dejada desierta” (Mat. 23:38). Al abandonar Jesús el Templo, este llegó a estar vacío y desolado, como el desierto del cual el Señor los había rescatado anteriormente.

Una gran transición en la historia de la salvación estaba por suceder, y estos líderes, y los que ellos guiarían al engaño, la perderían. Entre tanto, muchos otros, judíos y pronto gentiles, guiados por el Espíritu Santo, continuarían la gran obra y vocación de Israel.

Llegarían a ser la verdadera simiente de Abraham y “herederos según la promesa” (Gál. 3:29). Nosotros hoy somos parte del mismo pueblo, con la misma vocación divina.

 

Ir ArribaLunes 6 de junio: Señales del fin

Después de que Jesús reprendió a los líderes judíos específicos que lo rechazaron, Juan 12:20 al 26 registra un pedido fascinante. Le dijeron a Jesús que unos griegos “querían ver a Jesús”. No obstante, estos gentiles primero hicieron su pedido a judíos que eran fieles a Jesús. Antes de mucho, algo similar sucedería en una escala mucho mayor: mientras que algunos judíos rechazarían a Jesús, otros serían el principal medio por el cual muchos gentiles vendrían al conocimiento de él. Cuán fascinante es que este pedido viniera inmediatamente después de que Jesús dijo a los líderes que su casa quedaría desolada. Así, lo antiguo dejaba lugar para lo nuevo, y para lo que siempre había sido la intención de Dios: la salvación no solo de los judíos, sino también de los gentiles.

En Mateo 24:1 al 14, ¿qué presenta Jesús tanto para los creyentes fieles como para el mundo en general?

Jesús responde las preguntas acerca de la señal de su venida y del fin del mundo. “Jesús no consideró por separado la destrucción de Jerusalén y el gran día de su venida. Mezcló la descripción de estos dos acontecimientos. Si hubiese revelado a sus discípulos los acontecimientos futuros como los contemplaba él, no habrían podido soportar la visión. Por misericordia hacia ellos, fusionó la descripción de las dos grandes crisis, dejando a los discípulos estudiar por sí mismos el significado [...]. Este discurso entero no fue dado solamente para los discípulos, sino también para aquellos que iban a vivir en medio de las últimas escenas de la historia de esta Tierra” (DTG, 581, 582).

Una cosa es muy clara en la respuesta de Jesús. Él no predijo ninguna utopía terrenal o reino de paz en un milenio terrenal. Guerras y traiciones; desastres naturales; una iglesia que afronta persecución, falsos cristos y aun falsos hermanos. Lo más positivo descrito allí es la promesa de que “será predicado [...] el evangelio del reino en todo el mundo” (vers. 14).

En Mateo 24:13, Jesús dice que “el que persevere hasta el fin, éste será salvo”. ¿Qué puedes hacer para mantenerte espiritualmente fuerte en medio de pruebas que te pueden hacer renunciar a todo? Hemos visto que esto les sucedió a otros; ¿por qué no debemos ser necios y pensar que esto no va a ocurrirnos a nosotros?

 

Ir ArribaMartes 7 de junio: La caída de Jerusalén

Lee Mateo 24:15 al 22. ¿De qué está hablando Jesús aquí? ¿Qué clase de cuadro presenta en respuesta a las preguntas que le formularon?

Con “la abominación desoladora” se entiende generalmente alguna clase de sacrilegio o profanación de lo que es santo. Jesús está hablando obviamente acerca de la destrucción de Jerusalén, que ocurriría en el año 70 d.C. Como vimos ayer, Jesús mezcló su descripción de este evento con el estado en que se encontrará el mundo antes de su segunda venida. “Cristo vio en Jerusalén un símbolo del mundo endurecido en la incredulidad y rebelión que corría presuroso a recibir el pago de la justicia de Dios” (CS 24).

No obstante, aun en medio de la desolación, el Señor procura salvar a todos los que quieran salvarse. En Lucas, Jesús realmente les dice a los discípulos que huyan antes de que se establezca la desolación: “Pero cuando viereis a Jerusalén rodeada de ejércitos, sabed entonces que su destrucción ha llegado. Entonces los que estén en Judea, huyan a los montes; y los que en medio de ella, váyanse; y los que estén en los campos, no entren en ella. Porque estos son días de retribución, para que se cumplan todas las cosas que están escritas” (Luc. 21:20-22).

Cuando los cristianos en Jerusalén vieron que esto sucedía, huyeron de la ciudad como los instruyó Jesús, mientras que la mayoría de los judíos quedaron atrás y perecieron. Se estima que más de un millón de judíos pereció durante el sitio de Jerusalén, y 97 mil más fueron tomados cautivos. “Sin embargo, durante un respiro temporario, cuando los romanos inesperadamente levantaron el sitio de Jerusalén, todos los cristianos huyeron, y se dice que ninguno de ellos perdió la vida. Se refugiaron en Pella, ciudad ubicada en los cerros al este del río Jordán, a unos treinta kilómetros al sur del mar de Galilea” (CBA 5:486).

Piensa en una ocasión en la que alguien te advirtió acerca de algo y, para tu posterior abatimiento, no le prestaste atención. ¿Por qué es tan importante que, además de escuchar las maravillosas promesas de la Palabra de Dios, también escuchemos sus advertencias?

 

Ir ArribaMiércoles 8 de junio: La segunda venida de Cristo

La respuesta de Jesús aquí, en Mateo 24, tenía que ver con las “señales de tu venida” (vers. 3), es decir, de la venida de Cristo para reinar.

¿Qué otras advertencias dio Jesús en el contexto de los eventos anteriores a su regreso, y de que modo fue visto esto a través de la historia? Mat. 24:23-26.

Jesús, desde una perspectiva terrenal, no era más que un predicador itinerante galileo con unos pocos seguidores; no obstante, predijo que muchos vendrían en su nombre, pretendiendo ser él. Por supuesto, eso es exactamente lo que ha ocurrido a lo largo de los siglos y aún en nuestros días, un hecho que nos da una evidencia poderosa en favor de la veracidad de la Palabra de Dios.

Lee Mateo 24:27 al 31. ¿De qué forma se describe la Segunda Venida? ¿Qué sucederá cuando Cristo vuelva?

Después de advertir que muchos vendrían pretendiendo ser el Cristo, Jesús describe cómo será realmente su venida.

Primero, la segunda venida de Jesús es personal y literal. Es Jesús mismo quien viene de regreso a la Tierra. “Porque el Señor mismo [...] descenderá del cielo” (1 Tes. 4:16) es una refutación notoria a aquellos que afirman que el retorno de Cristo es un ideal o sencillamente una nueva era en la historia humana. Su retorno será visible, como los relámpagos por el cielo. “Todo ojo le verá” (Apoc. 1:7). La imagen de trompetas revela que será muy sonora, lo suficiente como para despertar a los muertos. Y más importante, si la primera venida de Jesús fue de humillación, en su regreso Jesús vendrá como Rey triunfante (Apoc. 19:16), victorioso sobre todos sus enemigos (y los nuestros) (1 Cor. 15:25).

En una época de tanta confusión e incertidumbre en nuestro mundo acerca del futuro, ¿de qué modo podemos aprender a obtener fortaleza y esperanza personales con las promesas de la Segunda Venida?

 

Ir ArribaJueves 9 de junio: Velar

La segunda venida de Jesús es la culminación de todas las esperanzas cristianas, es el cumplimiento de todo lo que se nos ha prometido. Sin ella, ¿qué pasaría? Nos descompondríamos en el suelo después de la muerte, como todos los demás. Sin la Segunda Venida y lo que esta incluye, todo lo demás acerca de nuestra fe sería una mentira, una farsa, y todo lo que los críticos y los adversarios han afirmado acerca de ella.

Entonces, no es extraño que, en ansiosa espera del retorno de Jesús, algunos cristianos hayan fijado fechas para su retorno. Después de todo, mucho depende de ese regreso. Por supuesto, como sabemos, cada fecha fijada en lo pasado para la segunda venida de Cristo ha sido equivocada.

¿De qué modo Mateo 24:36 y 42 explica por qué los que fijan fechas se equivocan?

Es precisamente porque no sabemos cuándo regresará Jesús que se nos dice que debemos estar listos y “velar”.

Lee Mateo 24:42 al 51. ¿Qué dice Jesús aquí acerca de lo que significa velar y estar listos para la Segunda Venida?

Jesús es claro: no sabemos cuándo volverá. De hecho, él vendrá cuando menos lo esperemos. Así que, necesitamos estar listos para él cuando sea que vuelva. Necesitamos vivir como si él viniera en cualquier momento, aunque no sepamos cuándo. Algunos podrían pensar: Bueno, él no vino ya por un tiempo largo; así que, puedo hacer lo que desea mi corazón. Esta es, precisamente, la actitud contra la cual nos advierte el Señor. Debemos procurar ser fieles porque amamos al Señor y queremos hacer lo que es correcto ante él, no importa cuándo regrese. Además, con todos los textos que advierten acerca del Juicio, especialmente contra los que tratan mal a otros, el tiempo de la Segunda Venida realmente no importa. Más pronto o más tarde, el Juicio ocurrirá.

Como adventistas del séptimo día que hemos creído por mucho tiempo en el regreso de Cristo, ¿de qué forma podemos evitar cometer el mismo error que el “siervo malo”, aun cuando sea solo de una manera sutil?

 

Ir ArribaViernes 10 de junio

Para Estudiar y Meditar:

En el contexto de los eventos descritos en Mateo 24, Jesús también dijo: “De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca” (vers. 34). Este texto ha llevado a confusión porque, obviamente, todas estas cosas no ocurrieron en el tiempo de una sola generación. El Dr. Richard Lehmann, escribiendo en el Tratado de teología adventista del séptimo día, dice que la palabra griega traducida “generación” corresponde a la palabra hebrea dôr, que a menudo se usa para designar a un grupo o clase de personas, tales como una “generación contumaz y rebelde” (Sal. 78:8). De este modo, Jesús no estaba usando la palabra para indicar tiempo o fechas, sino para describir la clase de personas malvadas a quienes se había estado refiriendo. “En armonía con este uso del AT, Jesús habría usado el término ‘generación’ sin un significado temporal, sino para referirse a una clase de personas. La malvada generación incluiría a todos los que comparten características malas (Mat. 12:39; 16:4; Mar. 8:38)” (p. 1.015). En otras palabras, el mal continuará hasta el fin del tiempo, hasta que Jesús regrese.

Preguntas para Dialogar:

  1. Como adventistas del séptimo día, ¿de qué modo tratamos con lo que parece una demora aparente? ¿No creyeron generaciones anteriores de adventistas que Jesús volvería durante su vida? Y ¿no esperamos muchos de nosotros lo mismo? A su vez, ¿no es esperar su retorno durante algún período específico una forma de fijar una fecha? ¿De qué forma podemos hallar el equilibrio correcto en la manera de tratar con la Segunda Venida? ¿Cómo evitar la actitud del “siervo malo” y, al mismo tiempo, la de aquellos que ven en cada titular una señal del fin inmediato? ¿Cuál debe ser la actitud de quienes esperamos la segunda venida de Cristo?

  2. Lee otra vez la descripción que dio Jesús de cómo será su segunda venida. ¿En cuáles aspectos difiere de algunas de las ideas populares respecto de la Segunda Venida? Considerando cuán claros son los textos, ¿por qué tantos creen algo que es contrario a las Escrituras? ¿Qué argumentos esgrimen para defender sus ideas, y cómo debemos responderles?

  3. ¿Hemos aprendido a vivir con la demora? ¿Qué personajes bíblicos tuvieron que vivir con demoras y qué podemos aprender de ellos? Por ejemplo: José, Abraham y Sara, Caleb y Josué. Además, ¿qué dice Apocalipsis 6:9 y 10 acerca de la demora?

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